La contracultura norteamericana se caracterizó, entre otras cosas, por su exposición social fervorosa. Entendían su arte no sólo desde la creación, sino también desde las distintas maneras de manifestar su profundo descontento hacia la sociedad norteamericana. Es insigne la presencia de Norman Mailer en la manifestación anti-Vietnam realizada en 1967, que más tarde el escritor inmortalizaría en su novela Los ejércitos de la noche.
Hay que aclarar que el movimiento de la contracultura (y no solamente en Estados Unidos) se caracterizó por integrar otras manifestaciones artísticas, habitualmente relegadas a escalafones inferiores. Una importantísima fue el cómic, que experimentó una revolución en términos temáticos y de ejecución. Robert Crumb, dibujante prolífico y talentoso, fue uno de los primeros en forzar los límites del cómic, integrando el erotismo, el sarcasmo, la crítica política y social, entre otras materias. Y fue Crumb quien le dio el primer impulso al que se convertiría en uno de los guionistas de cómic más relevantes de este género: Harvey Pekar. Pese al éxito que su obra obtuvo tempranamente, y a la valoración tanto de la crítica como del público, Pekar nunca abandonó su pueblo natal, ni su trabajo en el archivo del hospital de Cleveland, ni se mezcló mayormente con sus pares. Es, en este sentido, un iconoclasta del underground norteamericano.
Inspirado en el Neorrealismo Italiano y la Nouvelle Vague, Harvey Pekar creó la historieta American Splendor, donde un superhéroe, él mismo, carecía de poderes extraordinarios y de un físico envidiable. Al contrario, el personaje Harvey Pekar narraba sus desventuras por la ciudad de Cleveland, entre fábricas y barrios grises, entre el frío y los pasillos de un hospital, donde Pekar de desempeñó casi toda su vida en la sección de archivos. Los retratados eran su mujer, su hijastra, sus compañeros de trabajo y sus vecinos. Las hazañas correspondían a una complicada cola del supermercado, a una escena de unos tipos bebiendo en la calle, a la primera vez que conoció a la que sería su mujer.
La escritura de Harvey Pekar (porque nunca dibujó) está más próxima a la literatura que al propio cómic. Esto se aprecia también en su ardua labor como crítico de jazz, pasión que lo acompañó toda su vida, y que se vio concretada en una enorme colección de vinilos. Los nexos del autor de American Splendor son manifiestos con autores como Raymond Carver y John Cheever, aunque éstos están sin duda más alejados de la veta de humor ácido que empapa toda la obra de Pekar.
Para los interesados en indagar más, un imperdible es la película de 2004 American Splendor, con las notables actuaciones de Paul Giamatti en el papel de Harvey y la hermosa Hope Davis como Joyce, la esposa del guionista. Dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini, la cinta es arriesgada y original, recurriendo indistintamente al registro de ficción y al documental. American Splendor es una cinta entrañable, que a la mayoría nos dio a conocer el enorme valor de Harvey Pekar, y que no teme en entretener.
El pasado lunes 12 de julio dejó de existir Harvey Pekar, guionista de cómic, crítico de jazz, eterno paria, pero por sobre todo escritor. La invitación es a conocer su invaluable legado.
El miércoles 28 de julio dan American Splendor en el Cine club Arcis, SALA HELVIO SOTO
ResponderEliminarHuerfanos 1721!! a las 18:00